jueves, 23 de octubre de 2014

Caras nuevas en el once blanquiazul

El Deportivo de la Coruña ofreció este domingo una gran imagen en su choque ante el Valencia. Los gallegos mostraron una cara muy diferente a la vista durante la penúltima jornada en el Sánchez Pizjuán.




Decía Víctor Fernández, durante el parón debido a los compromisos internacionales, que en ese momento no tenía ningún jugador en su plantilla con el rol de 'titular'. Podíamos intuir quiénes eran los nombres más importantes, aquellas piezas difícilmente sacrificables, a pesar de la paupérrima imagen mostrada en el partido ante el Sevilla. A pesar de ello, el técnico maño advirtió que iba a remover el árbol, y vaya que si lo hizo. Solo cinco de los jugadores que saltaron al verde sevillano a primeros de octubre repitieron este fin de semana.

Lo acontencido en Nervión no se podía volver a repetir. En todos los envites hasta ahora disputados se desglosaron aspectos positivos, inclusive en la abultada derrota ante el Real Madrid en Riazor o en el partido contra el Almería, en el mismo escenario. Pero el partido ante el Sevilla fue distinto. Pudimos ver un equipo desangelado, sin rumbo, sin corazón; además, como premio, tras esa jornada el Deportivo cayó a la última posición de la Liga. La mecha estaba prendida.

Caras nuevas

Como ya hemos mencionado, algunos jugadores titulares salieron del equipo, como es el caso de Albert Lopo, que ni siquiera estuvo en el banquillo frente al Valencia. Parecido es el caso de Laure, cuyo partido número 150 con el Dépor tendrá que esperar, pues no disputó ni un solo minuto. El que sí apareció en el once inicial fue Pablo Insua, que además lo hizo portando el brazalete de capitán, con tan solo seis partidos en la máxima categoría. El internacional sub-21 solo había disputado dos encuentros esta temporada, pues después de la segunda jornada ante el Rayo Vallecano su protagonismo se vio reducido debido a lesiones y decisiones técnicas. El central cuajó un soberbio partido, teniendo en cuenta el calibre de los jugadores qu tenía enfrente. Véase Paco Alcácer, que llegaba a Riazor lanzado tras sus actuaciones con su equipo y con la selección absoluta.

Otra sorpresa llamativa en el once fue la incursión del polaco Wilk en detrimento de Álex Bergantiños. El mediocentro herculino solo había disputado unos minutos en Sevilla y ante el conjunto ché estrenó titularidad. No son pocas las voces que lo alzan como el mejor jugador del partido. Su actuación, siempre un peldaño por delante de Medunjanin en la presión, no pasó desapercibida para nadie. Leyó perfectamente el partido en todo momento y dejó un gran sabor de poca a la afición.

Primeros minutos en la competición

Si Insua y Cezary Wilk habían disputado pocos minutos hasta ahora más extremo es el caso de Fabricio y Lucas Pérez. El cancerbero le arrebató el puesto a Germán Lux tras su dubitativo arranque. Si bien es verdad que el Valencia no generó verdadero peligro entre los tres pelos, Fabricio se mostró muy seguro en todas las jugadas aéreas, no permitiendo ningún susto para la zaga local.

Caso especial es el de Lucas Pérez. El extremo coruñés, cedido por el PAOK, fue la personificación del sentimiento deportivista en el campo. A pesar de no tener ritmo de competición, cuajó una sensacional actuación coronada con un gol al filo del descanso. En la celebración rabia y pasión. Besó el escudo, Riazor estalló.

Cambio de rol

No solo llamó la atención el pasado domingo la alineación. A lo largo del partido pudimos ver diversos cambios tácticos que introdujo Víctor Fernández con respecto a otras jornadas. El primero de ellos fue la incursión de Juanfran como lateral derecho, cuando hasta este momento había venido actuando como extremo. El canterano madrileño estuvo acertado en prácticamente todas las acciones y demostró que puede ser una alternativa bastante fiable para la defensa. Por su parte, el serbio Haris Medunjanin también sufrió modificaciones en su juego.Vimos a un mediocentro más posicional, con menos recorrido, incluso estando por detrás de Wilk a la hora de la presión. Este ahorro de energía dotó de frescura a la salida del balón del conjunto herculino que agradeció los desahogos en el juego del futbolista serbio.

Por primera vez en la temporada, el Deportivo salía sin un delantero puro. En principio pensamos que Cavaleiro ocuparía esa posición pero el internacional portugués rondó todas las zonas del ataque excepto esa. La constante permutación de posiciones entre Lucas, Isaac Cuenca, Fariña y el propio Cavaleiro puso en jaque a la zaga valencianista, que nunca supo que hueco salir a tapar.

Ahora solo falta por ver si esta solución es válida a largo plazo o simplemente es una efervescencia destinada a agotarse con el transcurso de las jornadas. Sea del modo que sea, el Deportivo tiene jugadores capaces de aportar juego en más de una posición. Ese rol le puede dar mucho margen a los gallegos en su lucha por la salvación. De momento, la afición puede dar fe de que sí se puede.

(Foto: Juan Ign.Lechuga |Vavel)
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