Un filial desmantelado

El Real Madrid Castilla visita este domingo el estadio municipal de Riazor con la condición de colista. El filial blanco está siendo castigado durante esta temporada por la mala suerte y por unas cuestionables decisiones arbitrales, lo que ha llevado a que algún jugador ponga el grito en el cielo. Cuenta por derrotas todas sus salidas y solo ha conseguido sumar 4 puntos en las once jornadas que se llevan disputadas.

De todos es sabido que la empresa principal de un filial de alto nivel es nutrir de futbolistas al primer equipo. La gran temporada que realizaron los chicos de Toril el año pasado está pasando factura ahora. El alto listón que dejaron los Morata, Jesé Rodríguez y compañía es difícilmente alcanzable por los componentes de la actual plantilla.

Al salto ya conocido de Álvaro Morata y Jesé Rodríguez al primer equipo se les une el de Nacho Fernández. Su liderazgo en la zaga lo intentan asumir juadores como Pulido y Cabrera (ambos excolchoneros). Denis Cheryshev también puso rumbo al conjunto entrenado por Carlo Ancelotti, eso sí, con una parada en Nervión.Álex Fernández y Juanfran también abandonaron este verano la disciplina castillista con destino a Espanyol y Betis respectivamente.

Con tal ‘fuga de cerebros’ se entiende un poco mejor la situación del Real Madrid Castilla en la tabla. La recomposición está en marcha y los resultados llegarán. José Rodríguez y el tinerfeño Omar Mascarell han tomado las riendas del equipo, pero la rápida transición del balón no enmascarar el verdadero problema de este equipo: la falta de gol.

Seis goles a favor en once jornadas no son suficientes para reflotar a un equipo en la categoría de plata. Precisamente el único partido que ha ganado el filial blanco (2-0 ante el Lugo) lo hizo sin un ’9′ puro, con el mediapunta Burgui moviéndose por esa posición. Este sistema no dio los mismos resultados en el Nuevo Colombino ante el Recre y Toril optó por volver a jugar con el joven Raúl de Tomás en punta. El hueco que dejó Morata sigue buscando dueño.

Para suplir estas carencias se ha reforzado la segunda línea. Al ya mencionado Burgui se unen dos cesiones. Una de ellas es Antonio Rozzi, extremo zurdo procedente del Lazio; por otro lado, Jaime Romero, tras varias cesiones infructuosas incluyendo el Granada C.F. ha recalado en el conjunto blanco. Por encima de ellos, Borja García, el ex jugador del Córdoba busca recuperar el gran nivel que exhibió en la ciudad andaluza y volver a ganarse la confianza de Toril.

El domingo se vivirá en Riazor un duelo de auténticas necesidades. El Dépor necesita más que nunca los puntos de su feudo tras su tropiezo en Tenerife, mientras que el Real Madrid Castilla busca puntuar por primera vez como visitante y dar un golpe anímico a los suyos en una Liga Adelante donde ya empieza a marcarse el rumbo.

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